Estos brioches de durazno recién horneados con un interior de sabor a durazno y canela, y un exterior dulce y crujiente son simplemente de otro mundo, perfectos para comenzar tu día junto a una taza de leche, café o té o como un bocadillo durante el día.
En un tazón grande, mezcle la harina con el azúcar. Disuelva la levadura fresca en la leche y agréguela a la mezcla de harina. Añada los huevos, el aceite o la mantequilla derretida y la ralladura de limón. Mezcle todo junto y amase hasta que la masa esté suave y se despegue de los lados del tazón. Cúbrala y déjela reposar durante aproximadamente 1 hora.
Prepare el relleno. Combine los trozos de durazno con harina, azúcar y canela.
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Divide la masa en 12 piezas. En una superficie engrasada, presiona cada pieza con los dedos, añade 1 cucharada de relleno de durazno, cubre con los bordes de la masa. Colócalos en una bandeja de muffins engrasada.
Bate la yema de huevo y cepilla cada uno de los muffins. Espolvorea azúcar por encima y hornea durante unos 20-25 minutos o hasta que estén dorados.