Precalienta el horno a 375°F (190°C). Engrasa el fondo y los lados de una sartén de hierro fundido de 9-10 pulgadas (23-25cm) con mantequilla. Deja a un lado.
Utiliza una mandolina o un procesador de alimentos para cortar las patatas en rodajas muy finas.
Transfiera las patatas en rodajas a un tazón grande.
Agrega aceite de oliva, queso parmesano, tomillo, ajo, pan rallado, pimentón, hojuelas de chile, comino si se usa, sal y pimienta.
Asegúrate de que cada rebanada esté ligeramente cubierta.
Coloca las rodajas de papa en pilas y arréglalas en el molde preparado, apiladas verticalmente.
Continúa apilando hasta llenar la sartén.
Hornea sin cubrir durante 60-70 minutos hasta que los bordes y la parte superior estén crujientes y dorados, y los centros estén tiernos. Las batatas se doran más rápido que las papas normales, vigila cerca del final. Si es necesario, cubre con papel de aluminio y continúa asando.
Deje reposar el plato 1–2 minutos.
Coronar con queso feta desmenuzado y rociar ligeramente con 1–2 cucharaditas de miel si se desea.
Espolvorear con hierbas frescas para terminar. Servir caliente y disfrutar!