Preparar salsa marinara. En una sartén mediana, calienta aceite de oliva a fuego medio-bajo. Añade ajo y cocina por unos segundos hasta que esté fragante. Añade puré de tomate, azúcar, albahaca, orégano, sal y pimienta.
Lleve a fuego lento y cocine durante unos 10-15 minutos, hasta que se reduzca ligeramente y espese.
Cuando esté listo, retire del fuego y deje enfriar ligeramente.
Precalienta el horno a 350 F (180C). Engrasa una fuente para hornear de 8 x 12 pulgadas (20x30cm) con aceite de oliva o mantequilla derretida (también sirve una fuente de 9×13 pulgadas).
Mientras preparas la salsa marinara, cocina la pasta en agua con sal durante 3-4 minutos menos que las instrucciones del paquete, en mi caso durante 11 minutos.
En un tazón mediano, mezcle el queso ricotta con 1 taza de queso mozzarella, queso parmesano, albahaca fresca y orégano, huevo batido, sal, ajo en polvo y pimienta negra.
Usando una cuchara o simplemente una manga pastelera, llena cada concha con la mezcla de ricotta.
Extiende la mitad de la salsa marinara en el fondo de la sartén.
Coloque las conchas rellenas sobre la salsa.
Cubra las conchas con la salsa marinara restante y espolvoree con la taza restante de queso mozzarella.
En un tazón pequeño mezcla el pan rallado con mantequilla derretida.
Extienda pan rallado por encima.
Cubra la fuente de horno con papel de aluminio y hornee durante 20 minutos.
Destapa la sartén y hornea por 15 minutos más. Si es necesario, gratina por unos minutos hasta que el queso tenga el deseado color dorado.
Decora con albahaca fresca y ¡disfruta!