En un recipiente grande, añade la mantequilla y el azúcar. Usando una batidora de mano, mézclalos durante unos 3-5 minutos hasta que estén ligeros y cremosos.
Agrega sal y extracto de vainilla y continúa mezclando hasta que esté combinado.
Incorpora gradualmente la harina.
Agregue pistachos picados y arándanos y mezcle para incorporar.
Refrigera la masa durante 30 minutos.
Precalienta el horno a 350ºF (180ºC) y cubre una bandeja para hornear con papel pergamino.
Toma aproximadamente una cucharada de masa y forma una bola.
Coloca las bolas de masa en la bandeja de horno preparada.
Hornea durante unos 12-13 minutos, hasta que estén ligeramente doradas. Asegúrate de no hornear en exceso, de lo contrario, las galletas podrían agrietarse.
Deja que las galletas se enfríen en la bandeja para hornear durante 5-10 minutos.
Coloca 1/2 taza de azúcar en polvo en un tazón. Mientras aún estén un poco calientes, rueda las bolas en el azúcar en polvo.
Déjalos enfriar completamente y revuélvelos en azúcar en polvo nuevamente si es necesario.