En un tazón mediano combina la harina con el polvo de hornear, la sal y el cardamomo.

En un tazón grande mezcla mantequilla y azúcar a velocidad media-alta hasta que esté ligero y cremoso. Agrega los huevos y bate hasta que esté suave. Incorpora el extracto de vainilla. Añade las almendras y la mezcla de harina y revuelve para incorporar.

Divide la masa en 2 piezas, envuélvelas en plástico, presiona para formar pequeños discos y refrigera por al menos 2 horas o si tienes prisa congela por 30 minutos a 1 hora. La masa necesita estar fría para facilitar el estirado ya que esto ayuda a que las galletas mantengan su forma.

Mientras tanto, puedes preparar la mermelada de fresa. La mermelada también se puede hacer uno o dos días antes para ahorrar tiempo. Refrigera hasta que esté lista para usar. En una cacerola pequeña, pon las fresas, azúcar, cardamomo, jugo de limón y agua. Lleva a fuego lento, revolviendo ocasionalmente. Mis fresas eran bastante grandes y las presioné con un tenedor para acelerar el proceso. Cocina a fuego lento hasta que la mezcla esté espesa, durante unos 25-30 minutos.  Retira del fuego y deja enfriar completamente antes de usar.

Precaliente el horno a 350F (180C) y forre dos bandejas para hornear con papel pergamino.

En una superficie bien enharinada, extiende el primer disco a un grosor de 1/8 de pulgada (3 mm). Corta la masa para las bases con un cortador de linzer de 2 pulgadas (5 cm). Transfiere las galletas a la bandeja de horno preparada. Vuelve a enrollar los restos y repite.

Hornea durante 10 minutos hasta que las galletas estén ligeramente doradas en los bordes. Retira y deja enfriar en la bandeja para hornear durante 2 minutos; retira de la bandeja y deja enfriar completamente en una rejilla.

Trabaja la otra masa y extiéndela a un grosor de 1/8 de pulgada (3 mm). Ensambla el cortador pequeño en el cortador de linzer y corta las partes superiores de las galletas linzer. Transfiere las  galletas superiores a la bandeja para hornear preparada. Vuelve a enrollar los restos y repite.

Hornea las tapas durante 9 minutos hasta que estén ligeramente doradas. Nuevamente, déjalas enfriar durante 2 minutos en las bandejas para hornear; retira y enfría completamente en una rejilla de alambre.

Invierte las galletas inferiores y añade mermelada de fresa. Espolvorea ligeramente con azúcar glas las galletas superiores.

Une suavemente las galletas y deja reposar durante varias horas antes de servir.