En un tazón grande, bate la mantequilla y el azúcar durante unos 3-5 minutos hasta que esté cremoso. Añade las yemas de huevo y el extracto de vainilla y mezcla hasta que esté bien combinado. Incorpora la harina y la sal usando una espátula o cuchara de madera.
Divide la masa en 3 partes iguales. Añade colorante rojo a una pieza y colorante verde a otra.
Envuelve las tres piezas de masa en plástico y forma cada una en un rectángulo.
Refrigerar durante 1-2 horas.
Extienda la masa verde en un rectángulo de 9×12 pulgadas (23x30cm) sobre un papel pergamino. Use harina para asegurarse de que el rodillo no se pegue.
Extienda la masa de vainilla/blanca en un rectángulo de 9×12 pulgadas (23x30cm) sobre un papel pergamino. Use harina para asegurarse de que el rodillo no se pegue.
Extiende la masa roja en un rectángulo de 9×12 pulgadas (23x30cm) sobre un papel pergamino. Usa harina para asegurarte de que el rodillo no se pegue.
Da la vuelta a la masa de vainilla sobre la masa verde.
Coloca la masa roja sobre la masa de vainilla.
Enrolle en un tronco, cubra y refrigere durante 1 hora.
Precalienta el horno a 350F (180C). Forra dos bandejas para hornear con papel pergamino.
Corta el tronco en galletas de ¼ de pulgada (6 mm) de grosor. Coloca las galletas en las bandejas de horno preparadas dejando espacio entre ellas.
Hornea durante 12-15 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.
Deja que las galletas se enfríen en la bandeja para hornear durante 5 minutos. Enfría completamente en una rejilla de enfriamiento.