En un tazón grande, bate juntos los ingredientes secos: harina, cacao en polvo, polvo de hornear, bicarbonato de sodio, canela y sal.
Separa los huevos. Mezcla las yemas de huevo con azúcar hasta que estén suaves y cremosas. Agrega el aceite, una taza de suero de leche y vainilla y bate para combinar.
Agrega la mezcla de harina y mezcla hasta que esté bien combinada. Añade la otra taza de suero de leche y bate para combinar.
Bate las claras de huevo hasta que estén espumosas. Gradualmente añade las dos cucharadas de azúcar y bate hasta que se formen picos firmes. Incorpóralas suavemente en la masa. Incorpora las chispas de chocolate.
Precalienta tu waflera y rocía ambas superficies con spray para cocinar o engrasa con aceite. Vierte aproximadamente 1/3 a 1/2 taza de masa en un lado de la waflera y ciérrala.
Cocine de acuerdo con las instrucciones de su waflera.
Para mantenerlos crujientes hasta que prepares los demás, coloca los cocidos en el horno precalentado a 200F (100C) sobre una rejilla de enfriamiento.
Es mejor servirlos inmediatamente, mientras aún están calientes, con crema batida o helado si se desea y con algunas bayas frescas y salsa de chocolate para un capricho más decadente. ¡Disfruta!