Transfiere la masa a una superficie engrasada o enharinada.
Extienda la masa en un rectángulo de 12×18 pulgadas (30x48cm).
Vierte la mezcla de mantequilla y canela sobre la superficie de la masa.
Extender uniformemente.
Corta la masa en 12 tiras iguales.
Enrolla cada tira firmemente.
Mete el extremo debajo de cada rollo.
Coloca los rollos en una bandeja forrada con papel pergamino (9×13 pulgadas – 23x33cm) con una distancia de 1 pulgada (2cm) entre ellos para permitir que suban.
Cubre con envoltura de plástico y deja que los rollos suban en un lugar cálido durante aproximadamente 1-1 ½ horas, hasta que dupliquen su tamaño. (si la bandeja no es muy alta, es posible que necesites engrasar la envoltura de plástico para que no se pegue.)
Precalienta el horno a 350°F (180°C).
Hornea los panecillos durante unos 15-20 minutos hasta que estén ligeramente dorados.