Lava los limones y pélalos. Solo necesitamos la cáscara amarilla sin la parte blanca tanto como sea posible.
En una cacerola pequeña, lleva el agua a ebullición. Solo cuando el agua esté hirviendo, añade las cáscaras de limón y déjalas hervir durante 2 minutos. Escurre y repite este paso 5 o 6 veces. Es importante repetir este paso ya que reduce la amargura y elimina la cera que se encuentra en las cáscaras de limón, si la hay.
Deje que la cáscara de limón se enfríe un poco y luego colóquela en el tazón de la licuadora. Agregue aceite de oliva, jugo de limón, sal, azúcar y agua.
Procesa durante un par de minutos hasta que esté bien mezclado y suave.
Cuele la salsa, cubra y refrigere hasta que esté lista para usar. La salsa se puede almacenar refrigerada por hasta 4 días.