En un tazón grande, mezcle la harina con la levadura, el azúcar y la sal. Revuelva para combinar. Agregue agua y aceite vegetal y amase bien hasta que esté suave y elástica. Transfiera la masa a un tazón aceitado, cubra con envoltura de plástico y deje que suba hasta que duplique su tamaño, durante aproximadamente 1 hora.
Precalienta el horno y tu piedra para hornear o simplemente una bandeja para hornear a 470F (240C).
Gire la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y divídala en 8 piezas. Forme una bola con cada una.
Usando un rodillo, extiende cada bola de masa en un círculo de aproximadamente 7-8 pulgadas (18-20cm) de diámetro y 1/4 de pulgada (6mm) de grosor. No los hagas más delgados o no subirán.
Coloca las piezas de masa en la piedra precalentada o en la bandeja para hornear y hornea durante 3 o 4 minutos. El pan de pita debe estar completamente inflado y formar un bolsillo en el centro.
Envuelve las pitas en un paño de cocina grande para mantenerlas suaves.