Precalienta el horno a 350°F (180°C). Engrasa ligeramente un molde para pan de 9×5 pulgadas (23×13 cm) y cubre con papel pergamino.
En un tazón grande, bate la harina, el polvo de hornear y la sal.
Agrega yogur griego, huevos y aceite de oliva.
Utiliza una batidora de mano y mezcla hasta que esté bien combinado y suave.
Extiende la masa en el molde preparado, alisando la parte superior.
Unta con un poco de aceite de oliva y espolvorea sal y semillas por encima.
He utilizado una mezcla de semillas de calabaza, girasol y sésamo. Este paso es opcional.
Hornear durante 40–45 minutos, hasta que esté dorado y un palillo salga limpio.
Dejar enfriar durante 5 minutos en el molde, luego transferir a una rejilla.