Prepara la masa. Agrega 1 cucharada (15g) de azúcar sobre la levadura fresca y revuelve hasta que se licue. Agrega 1/4 taza (60ml) de leche. Revuelve para disolver.
En un tazón grande combine harina, 1 cucharada (15g) de azúcar y sal. Agregue la levadura disuelta, el resto de 3/4 taza (180ml) de leche, huevo batido y mantequilla. Revuelva para combinar y amase hasta que la masa esté suave, un poco pegajosa pero bastante elástica y se despegue de los lados del tazón. Transfiera a un tazón engrasado y cubra con plástico. Déjelo reposar a temperatura ambiente durante 90 minutos o hasta que duplique su tamaño.
Espolvorea harina en la superficie de trabajo, coloca la masa y corta en 15 piezas. Forma rollos y colócalos en una bandeja forrada con papel pergamino (9×13 pulgadas – 23x33cm) con distancia entre ellos para permitir que suban. Cubre con un plástico engrasado y deja que suban durante otra hora a temperatura ambiente. Si deseas cubrir los rollos con semillas, es mejor cepillarlos primero con huevos batidos y espolvorear semillas antes de hornear.
Precalienta el horno a 375F (190C). Hornea los panecillos durante 15-20 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.
Saque los panecillos del horno y úntelos con mantequilla derretida. Sirva los panecillos calientes.