Precalienta el horno a 350F (180C). Engrasa y forra con papel pergamino dos bandejas de horno de 12x16 pulgadas (30x40cm). Reserva.
Separe las claras de huevo de las yemas. Agregue ¾ de taza (150g) de azúcar sobre las yemas y mezcle hasta que esté cremoso. Agregue vainilla y ralladura de limón y mezcle para combinar.
Incorpora la harina, el polvo de hornear y la sal en la mezcla de yemas.
Bate las claras hasta que estén espumosas. Agrega gradualmente ¼ de taza (50g) de azúcar y continúa batiendo hasta que se formen picos firmes.
Con cuidado y gradualmente, incorpora las claras en la mezcla de yemas.
Divide la masa uniformemente en las bandejas de hornear preparadas. Extiende la masa de manera uniforme y hornea durante aproximadamente 10-12 minutos hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
Espolvoréalo con azúcar en polvo. Esto ayuda a que el bizcocho no se pegue. Voltea el pastel sobre el papel. Retira el papel de pergamino con el que se horneó. Deja enfriar completamente.