Precalienta el horno a 300F (150C). En un bol resistente al calor, añade el chocolate blanco y derrite al baño maría.
Extender en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
Hornee durante 10-13 minutos hasta que estén dorados y se conviertan en migas. Déjelo enfriar.
En un bol resistente al calor, agrega las migas de chocolate blanco caramelizado y 2/3 taza (160g) de crema para batir y derrite al baño maría.
Tamizar para asegurarse de que no queden grumos.
Mientras tanto, disuelve la gelatina en agua fría y déjala reposar durante unos 5 a 10 minutos. Coloca la gelatina a fuego lento solo hasta que se disuelva y viértela sobre la mezcla de chocolate derretido. Deja que la mezcla de chocolate se enfríe completamente a temperatura ambiente.
Bate la crema batida fría restante de 1 1/2 taza (360g) hasta que se formen picos suaves. Agrega la mezcla de chocolate derretido y mezcla hasta que esté bien combinado.