Precalienta el horno a 350F (180C). Engrasa con mantequilla un molde de 8 o 9 pulgadas (20-22cm) y forra con papel pergamino.
Derrite el chocolate y la mantequilla al baño maría hasta que quede suave. Deja enfriar a temperatura ambiente.
Mientras tanto, añade los huevos con azúcar, sal y extracto de vainilla en un tazón grande.
Mezclar durante unos minutos hasta que esté espeso y de color amarillo claro.
Añadir chocolate derretido.
Mezclar hasta que esté bien combinado.
Tamiza la harina.
Usando una espátula, incorpora la harina tamizada.
Vierte la mezcla en el molde preparado.
Extiende la masa uniformemente en el molde.
Hornea durante unos 25 minutos hasta que esté firme. Pasa un cuchillo afilado completamente alrededor del borde interior del molde.
Dejar enfriar durante 10 minutos y voltear sobre un plato de servir. Dejar enfriar completamente.
Picar los pistachos para la capa crujiente.
Extienda ¼ taza de crema de pistacho sobre el pastel.
Espolvorea pistachos picados sobre la crema y presiónalos suavemente para que se adhieran.
Refrigera hasta que prepares la mousse de queso crema y pistacho.
Disolver la gelatina en agua fría y dejar que se hinche durante unos 5 a 10 minutos.
Mezcla el queso crema con azúcar en polvo.
Agrega crema de pistacho y polvo de matcha si se utiliza.
Disolver la gelatina a fuego lento y verter sobre la mezcla de pistacho.
Mezcla para combinar.
Añade la crema y comienza a mezclar hasta que se formen picos suaves.