En un bol resistente al calor, añade el chocolate semidulce y 1/2 taza (120g) de crema para batir. Coloca el bol sobre una cacerola con agua hirviendo a fuego lento, hasta que todo el chocolate se derrita. Mientras tanto, disuelve la gelatina en agua fría y déjala reposar durante unos 5 a 10 minutos. Coloca la gelatina a fuego lento solo hasta que se disuelva y viértela sobre la mezcla de chocolate derretido. Deja que la mezcla de chocolate se enfríe completamente a temperatura ambiente.
Bate la crema batida restante 2/3 taza (160g) hasta que se formen picos firmes. Añade la mezcla de chocolate derretido y mezcla hasta que esté bien combinado.
Vierte la mousse de chocolate sobre la base y refrigera durante unos 15-20 minutos para que se asiente ligeramente, hasta que prepares la siguiente capa de mousse de chocolate.
Repite los mismos pasos para preparar las capas de mousse de chocolate con leche y blanco.
Refrigere el pastel durante al menos 4 horas o toda la noche para que cuaje.
Pasa un cuchillo alrededor de los bordes del pastel para quitar los lados del molde.
Antes de servir, espolvorea la parte superior del pastel con cacao en polvo y decora con bayas frescas si lo deseas. ¡Disfruta!