Corta las pechugas de pollo por la mitad a lo largo. Usando un mazo de cabeza plana, golpea cada rebanada entre hojas de plástico hasta un grosor de ¼ pulgada (6 mm), trabajando desde el centro hacia los bordes.
Retire la hoja superior de plástico y sazone cada rebanada con sal y pimienta recién molida. Unte una cucharadita de mostaza de dijon en cada una. Agregue una o dos rebanadas de jamón (dependiendo de su tamaño) y termine con rebanadas de queso.
Enrolle el pollo lo más apretado que pueda usando la hoja de plástico desde la parte inferior. Refrigere el pollo enrollado durante unos 30 minutos.
Mientras tanto, prepare tres platos grandes, uno con harina, otro con huevo batido y otro con una mezcla de pan rallado y ajo.
Trabajando uno a la vez, reboza las chuletas en harina, luego sumérgelas en huevo y cúbrelas con pan rallado.
Calienta aceite en una sartén a fuego medio.
Coloque aproximadamente uno o dos rollos de pollo a la vez y fría durante unos 5 minutos de cada lado hasta que estén dorados y bien cocidos.
Transfiera a un plato forrado con papel toalla para eliminar el exceso de aceite.
Sirve junto a una ensalada fresca o tu guarnición favorita.