En un tazón de tamaño mediano, añade las yemas de huevo con azúcar y sal.
Batir hasta que la mezcla se vuelva suave y de color claro.
Vierte la leche en una cacerola mediana.
Añadir la crema para batir.
Añade la nuez moscada y la canela.
Calienta a fuego medio-bajo hasta que la mezcla esté humeante pero no hirviendo.
Gradualmente agrega un cucharón de la mezcla de leche caliente a la mezcla de yemas de huevo mientras bates constantemente. Repite este proceso con otro cucharón de leche caliente para calentar lentamente los huevos sin cocinarlos.
Vierte la mezcla de huevos templados de nuevo en la cacerola con la leche restante.
Cocine a fuego medio, revolviendo constantemente con una cuchara de madera o espátula, hasta que la mezcla espese ligeramente. Esto asegura que los huevos estén completamente cocidos.
Retira la cacerola del fuego y añade el extracto de vainilla.
Cuela la mezcla para eliminar cualquier grumo.
Deja que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente, luego transfiérela al refrigerador para que se enfríe completamente.
Vierte en vasos, espolvorea un poco de canela por encima, ¡y disfruta!
Si deseas añadir alcohol a tu ponche de huevo, el mejor momento para hacerlo es antes de servir. Una vez que el ponche de huevo se haya enfriado en el refrigerador, agrega la cantidad deseada de alcohol, ya sea ron, brandy o bourbon. Comienza con aproximadamente 1/2 taza de alcohol por lote. Prueba y añade más si lo deseas.