En un tazón grande, añade levadura, miel y 1/4 taza (60ml) de leche. Déjalo reposar durante 5-10 minutos para activar la levadura.
Agregue harina, azúcar, sal, ralladura de naranja y limón.
Agrega el resto de la leche tibia, las yemas de huevo y el extracto de vainilla.
Mezclar para combinar.
Añadir la mantequilla ablandada poco a poco.
Amasar hasta que la masa se vuelva suave y elástica. Puede tomar de 15 a 20 minutos con una batidora de mano o de pie.
Espolvorea las frutas encima.
Dóblalos suavemente para distribuirlos uniformemente.
Coloca la masa en un bol engrasado, cubre con una toalla húmeda o film plástico, y deja que suba en un lugar cálido durante 2–2.5 horas.
Después de 30 minutos, con las manos mojadas, estira y dobla la masa y vuelve a cubrirla con plástico. Repite este proceso de plegado tres o cuatro veces más a intervalos de 30 minutos.
Después de 2-2.5 horas, la masa debería haber subido y duplicado su tamaño.
Transfiere la masa a una superficie engrasada.
Divide la masa en tres porciones iguales (aproximadamente 520-530g cada una).
Dales forma de bolas y colócalas en los moldes con el lado suave hacia arriba. Coloca los moldes en una bandeja de horno grande.
Rocía la parte superior con aceite, cubre y déjalos reposar de nuevo durante unas 2 horas, o hasta que la masa esté justo por debajo del borde superior del molde.
Retira el envoltorio de plástico y déjalos reposar durante 20 minutos sin cubrir. Mientras tanto, precalienta tu horno a 320°F (160°C).
Para hacer la cruz, marque suavemente la parte superior de la masa en un patrón de cruz, cortando aproximadamente 1/4 de pulgada (6mm) de profundidad.
Coloca un pequeño cubo de mantequilla en el centro de la cruz para lograr el efecto tradicional.
Coloca la bandeja para hornear en la segunda rejilla del horno.
Hornea durante 45-50 minutos, comprobando si está listo con un pincho, debe salir limpio. Después de los primeros 25 minutos de horneado, si la parte superior se dora demasiado rápido, cúbrela con papel de aluminio.
Cuando esté listo, sácalos del horno.
Deja que el panettone se enfríe completamente boca abajo durante 2-3 horas.
Guárdelo a temperatura ambiente cubierto con envoltura de plástico durante varios días o congélelo hasta que esté listo para usar.