Golpea la masa y divídela en 2 partes iguales. Forma bolas con ellas.
En una superficie enharinada, extiende cada parte en un círculo de 40 cm (16 a 17 pulgadas) usando un rodillo. Con el dorso de una cuchara, unta aproximadamente 2 cucharadas de mantequilla muy blanda sobre el círculo de masa. Usando un cortador de rueda para repostería, corta el círculo en 16 triángulos (como si cortaras una pizza).
Comienza a enrollar cada triángulo en forma de croissant, empezando desde el borde exterior del triángulo. Una vez enrollados, curva los bordes y colócalos en una bandeja para hornear engrasada con la punta metida hacia abajo y debajo del rollo.
Repite el enrollado con el resto de los triángulos. Déjalos reposar durante unos 20 minutos.
Mientras tanto, precalienta el horno a 400F (200C).
Derrite 1 1/2 cucharadas adicionales de mantequilla y unta la parte superior de los panecillos con la mantequilla derretida.
Hornee los panecillos durante 14-18 minutos hasta que estén inflados y dorados. Déjelos enfriar en una rejilla de alambre unos minutos antes de servir.