En un bol grande, mezcla la harina con el azúcar. Disuelve la levadura fresca en un poco de leche tibia y añade a la mezcla de harina. Agrega los huevos y el resto de la leche, la crema agria, la ralladura de limón y el aceite y mezcla todo junto. Amasa hasta que quede suave.
Cúbrelo y déjalo reposar durante aproximadamente 1 hora a temperatura ambiente, para que la masa suba hasta casi duplicar su tamaño.
Da forma a los panecillos.
Golpea la masa, amasa y divide en 23-25 piezas iguales. Enrolla cada pieza de masa en una cuerda delgada, de aproximadamente 30 cm (12 pulgadas) de largo. Puedes usar aceite si la masa está pegajosa.
Engrasa la parte inferior de un palo de barbacoa y envuelve una cuerda de masa alrededor de él. Bate el huevo y pincela cada rollo. Espolvorea azúcar (y canela si la usas) por toda la superficie del rollo y ásalo lentamente sobre el fuego hasta que esté dorado.
Cuando esté listo, déjalo enfriar por un minuto, luego retíralo lentamente del palo y sirve con relleno de crema de vainilla, fresas frescas encima y espolvorea con cobertura de fresa.