Revuelve la levadura con azúcar hasta que se licue. Disolver en aproximadamente ¼ de taza (60 ml) de agua tibia. En un tazón grande, mezcle la harina con sal. Agregue la levadura disuelta, el aceite y ¾ de taza de agua tibia. Mezcle todo junto y luego amase hasta que quede suave y se despegue de los lados del tazón.
Coloca la masa en un bol engrasado, cúbrela con plástico y déjala reposar durante aproximadamente 1 hora a temperatura ambiente, para que la masa suba hasta duplicar su tamaño.
Sobre una superficie enharinada, voltea la masa, amasa durante unos segundos y divide en 16 piezas. Forma bolas.
Unta un sartén de hierro fundido de 9 pulgadas (23 cm) con mantequilla y el lado exterior de un tazón de 5 pulgadas (13 cm) de diámetro. Coloca el tazón en el centro del sartén y coloca las bolas de masa alrededor del exterior del sartén.
Unte la masa con mantequilla derretida, Cubra la sartén con film plástico y deje reposar durante otros 30 minutos.
Mientras tanto, precalienta el horno a 350 F (180C).