Estas suaves tortillas de harina caseras son perfectas para bocadillos, aperitivos o platos principales. No hay comparación con las compradas en la tienda.
En un tazón mediano, mezcle la harina con sal y polvo de hornear. Agregue aceite y agua tibia a la mezcla de harina. Mezcle todo usando sus manos. Amasar hasta que la masa esté suave y se separe de los lados del tazón.
Corta en 10-12 piezas iguales. Con un rodillo, extiende cada una hasta formar un círculo de aproximadamente 9 pulgadas (23 cm) de diámetro y 1.5-2 mm de grosor. Deben ser delgadas, casi transparentes.
Precalienta una sartén grande antiadherente a fuego medio-alto. No necesitas añadir aceite ni mantequilla. Cocina la tortilla por ambos lados hasta que la masa tenga manchas marrones por toda la tortilla. Esto solo tomará unos segundos. Debes ser muy cuidadoso y trabajar rápidamente ya que se cocinan rápido. No cocines en exceso para que la tortilla permanezca suave y pueda ser enrollada. Una vez terminadas, las tortillas están listas para servir.
Para almacenar, déjalos enfriar completamente y colócalos en una bolsa con cierre y refrigéralos hasta por 5 días. También puedes congelarlos en una bolsa de plástico para congelador, pero asegúrate de colocar papel pergamino entre las tortillas para asegurarte de que no se peguen.