Calienta la leche con vainilla y azúcar si lo usas. No es necesario hervirla, solo asegúrate de que esté caliente.
Prepara el espresso con una prensa francesa o, como hago yo, con una simple cafetera espresso tradicional de estufa. Si crees que es demasiado fuerte, añade un poco de agua caliente.
Vierte la leche caliente en la prensa francesa. Cubre con la parte superior y bombea hacia arriba y hacia abajo hasta que se forme la espuma deseada.
Vierte la leche espumosa en un vaso hasta casi llenarlo. Deja reposar durante un minuto para permitir que la leche se separe de la espuma espesa en la parte superior.
Vierte el espresso sobre la leche y verás cómo se coloca entre la leche y la espuma, creando este efecto de tres capas.
Espolvorea cacao en polvo encima si lo deseas y sirve.