Lava bien las patatas y hiérvelas con 1-2 cucharaditas de sal hasta que estén tiernas. Retíralas del agua y deja que las patatas se enfríen. Guarda 120-140 ml de agua en la que se cocinaron las patatas.
Mientras tanto, revuelve la levadura fresca con 1 cucharadita de azúcar moreno hasta que se licue. Incorpora 2 cucharaditas de harina y reserva.
Pela y machaca las papas enfriadas.
Agrega harina en un tazón grande y añade las papas machacadas en el centro. Agrega sal y comienza a mezclar hasta que se formen migas. Disuelve la mezcla de levadura con el agua reservada y agrégala a la mezcla de harina. Comienza a amasar hasta que se despegue del tazón.
Incorpore aceite en la masa y continúe amasando la masa sobre una superficie enharinada durante unos 5-10 minutos más.
Rocía aceite en un bol limpio, coloca la masa y cubre con film plástico. Déjalo reposar durante 35 minutos a temperatura ambiente hasta que doble su tamaño.
Sobre una superficie enharinada, aplana la masa en forma ovalada y comienza a enrollar un borde hacia adentro. Antes de terminar el rollo, espolvorea un poco de harina en la última parte. Enrolla y dale la vuelta para darle forma de bola. Colócala sobre un paño enharinado y cubre. Deja que suba durante otros 35 minutos.
Mientras tanto, enciende el horno a 470 F (240 C) y coloca una sartén redonda de hierro fundido (de 8 o 9 pulgadas de diámetro) dentro sin la tapa. Déjala en el horno durante unos 30 minutos hasta que la masa suba.
Retira la sartén de hierro fundido del horno, coloca el pan en la sartén y pon la tapa. Hornea durante 25 minutos a 470°F con la tapa puesta para crear vapor.
Retira la tapa y hornea durante otros 20 minutos a 230°C 440°F para que la hogaza adquiera una corteza dorada y crujiente.
Déjelo enfriar un poco antes de cortar.