Precalienta el horno a 350F (180C). Engrasa y forra con papel pergamino tres moldes redondos para pastel de 7 pulgadas (18 cm).
En un bol, bate la harina con el polvo de hornear y la sal; reserva hasta que esté listo para usar.
En un tazón grande, mezcle la mantequilla con el azúcar y la ralladura de limón hasta que esté cremoso. Agregue los huevos, uno a la vez, batiendo hasta que se incorporen.
Agregue vainilla y jugo de limón y mezcle hasta que esté bien combinado. Reduzca la velocidad a baja y alterne agregando la mezcla de harina y suero de leche hasta que todo esté incorporado.
Pon arándanos en un tazón mediano, mezcla con 1 cucharadita de aceite y 1 cucharada de harina.
Incorpora suavemente los arándanos a la masa, no demasiado ya que no quieres que tu masa se vuelva azul. Solo unos pocos dobleces serán suficientes.
Vierte la masa uniformemente en los moldes preparados.
Hornee durante aproximadamente 30-35 minutos hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
Deje que las bandejas se enfríen en una rejilla durante 10 minutos.
Saca los pasteles del molde y déjalos enfriar completamente.