Corta la superficie del pescado con un cuchillo afilado en 3 o 4 lugares, para ayudar a que los sabores penetren mejor. Espolvorea con sal, pimienta, hierba de limón y hierbas si se utilizan, en todos los lados del pescado así como en el interior. Colócalos en un tazón, cúbrelos con papel de aluminio y refrigéralos durante la noche.
