Los profiteroles se disfrutan mejor frescos, pero si es necesario almacenarlos, refrigérelos en un recipiente hermético. Tenga en cuenta que la refrigeración puede causar un poco de humedad, así que consúmalos dentro de uno o dos días para obtener la mejor textura. Estos profiteroles también se congelan bien, pero, si se congelan, tenga en cuenta que la textura puede cambiar ligeramente al descongelarse.