Precalienta el horno a 400°F (200°C).
Transfiere la masa de hojaldre a un papel de pergamino enharinado.
Extiende la masa de hojaldre en un rectángulo, de aproximadamente 12×14 pulgadas (30×35 cm). (La masa de hojaldre comprada en la tienda viene ya extendida.
Corta tiras de aproximadamente 1 pulgada (2 cm) de todos los bordes.
Unte con huevo batido.
Coloca estas tiras de nuevo en los bordes del rectángulo para crear un borde elevado que contenga la crema pastelera.
Pincha el centro, dentro del borde, por todas partes con un tenedor.
Pincela el borde de la masa con huevo batido.
Hornee a 400°F (200°C) durante 10–12 minutos, hasta que esté inflado y apenas comenzando a dorarse.
Deja que la masa se enfríe un poco.
Mientras tanto, corta la manzana en rodajas finas.
Agrega la crema pastelera de vainilla dentro de la base horneada.
Extiéndelo uniformemente.
Coloca las rodajas de manzana ordenadamente en la parte superior. Vuelve a pincelar los bordes con huevo batido para darles más color. Esto es opcional.
Hornee nuevamente a 400°F (200°C) durante 20–25 minutos, hasta que las manzanas estén tiernas y el hojaldre esté dorado.
Mientras aún estén calientes, cepilla las manzanas con mermelada de albaricoque caliente o un simple jarabe de azúcar para un acabado brillante.
Déjalo enfriar un poco. Aquí puedes ver lo bien que se ha inflado el hojaldre
Espolvorea los bordes con azúcar en polvo. ¡Disfruta!