Coloca el chocolate blanco y la crema en un bol resistente al calor.
Derrite el chocolate blanco con la crema al baño maría a fuego lento. Remueve continuamente hasta que el chocolate esté casi derretido.
Añade la mantequilla y sigue revolviendo hasta que la mezcla esté completamente suave.
Retirar del fuego.
Incorpora el extracto de vainilla y la sal.
Incorpora los pistachos y los arándanos.
Deja que la mezcla se enfríe un poco, luego cúbrela y refrigérala durante 2-3 horas, o hasta que esté lo suficientemente firme como para formar bolas. Revuelve una o dos veces mientras se enfría.
Tome pequeñas porciones con una cucharadita y enróllalas en bolas.
Cubre cada trufa con pistachos picados.
Sírvalo de inmediato o refrigere hasta que sea necesario. Se conservan bien en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 2 semanas.