Transfiere un poco menos de la mitad de la mezcla de queso crema a otro tazón.
Agrega puré de calabaza, canela, clavos, jengibre y nuez moscada.
Mezclar hasta que esté bien combinado.
Vierta la mezcla de queso crema sobre la base preparada, alternando grandes cucharadas de cada relleno de tarta de queso en el molde.
Usa un cuchillo para mezclarlos suavemente y obtener un efecto marmoleado.
Hornee a 300°F (150°C) durante 45 minutos. Apague el calor y déjelo por otros 15-20 minutos en el horno.
Retire y pase un cuchillo afilado alrededor del borde interior del molde.
Déjalo enfriar completamente a temperatura ambiente. Cubre y refrigera durante la noche.
Deje que la tarta de queso repose a temperatura ambiente durante unos 10 minutos. Esto hace que cortarla sea más fácil y limpio.
Sírvelo tal cual o añade una cucharada de crema batida, un chorrito de salsa de caramelo salado, o una pizca de nueces tostadas.